Todos soñamos con llegar de nuestro trabajo y poder reposar en nuestra cama,
tan cómoda que a los breves instantes nos podamos sentir como nuevos. Y es que
la cama no son es para dormir, sino que se transforman en un
verdadero pilar de nuestro dormitorio, un lugar para descansar
mientras se disfruta de la televisión, la música, de un libro, o sencillamente una buena
conversación.
No se trata simplemente de tener un lugar cómodo para a
dormir, el valor estético, el diseño, los materiales y el color de nuestra cama
incrementan completamente la experiencia que significa estar en nuestro
dormitorio y poder disfrutar de aquel espacio a plenitud.
Las tendencias
actuales, se enfocan en espacios brindando colchones
de gran tamaño en medio de diseños simples y sin muchos detalles o vanguardistas
es decir; un minimalismo estético donde prevalecen las líneas y figuras geométricas.
Así mismo, en las últimas temporadas nos hemos encontrado con una predilección
por dormitorios con muros de color blanco, simples y puros, por lo que los
colores de las camas se están adaptando a este principio .
Por otro lado, los materiales de vanguardia siguen apostando a la
formalidad y simpleza. La madera se mantiene como el material más utilizado, últimamente se ha visto cambios en el proceso de producción industrial a un desarrollo más limpio en
diseño.
En segundo lugar viene el uso de los metales, el cambio más importante que
ha tenido es el de minimizar al máximo su visibilidad en nuestras
camas. Si en décadas pasadas nos encontrábamos con estructuras notorias e
imponentes (y al mismo tiempo peligrosas para los más pequeños) hoy en día las
estructuras de las camas en metal tratan de ser un sencillas en
forma y estabilidad.
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